Realizar un proceso de selección completo reduce los riesgos de adaptación de la persona a la empresa y su cultura empresarial, así como el puesto en particular, facilitándolo u crecimiento y desarrollo en la empresa, y en sus aportaciones.
Realizar la inversión en profesionales nuevos que aporten a la empresa, pero con la confianza de entenderse con la cultura y valores dominantes de la empresa.
Las bases de un efectivo asesoramiento para iniciar un proceso de selección parte de un diagnóstico realista de las necesidades del puesto a cubrir dentro de un equipo y una empresa concreta, y las disponibilidades de perfiles en el mercado. Es necesario que se establezca un plan de acción que recoja las fases necesarias de la selección.
Contar con profesionales externos que garanticen la imparcialidad y objetividad de todo el proceso, reducen las posibilidades de las pérdidas derivadas de una mala incorporación, con su salida y nueva incorporación.