Edward de Bono
Paidós
El modo en que opera el pensamiento cotidiano -esa herramienta que utilizamos tanto para decidir lo que hemos de hacer el próximo fin de semana como para sostener nuestro punto de vista en una discusión política, tanto para hallar una excusa por haber llegado tarde como para resolver el tipo de educación que conviene a nuestros hijos- no ha recibido hasta ahora atención suficiente por parte de los estudiosos, absorbidos tal vez por la atracción que sobre él ejercen los procesos mentales superiores del científico y del investigador.